jueves, 19 de mayo de 2011

LADRONES DE NIÑOS

Centenares de víctimas del presunto robo de niños denuncian en fiscalías de toda España  a posibles responsables de su situación. Gloria Serra en el especial de Antena 3 Ladrones de niños, emitido el pasado 28 de abril, con la colaboración de la periodista Soledad Arroyo, el vicepresidente del Colegio de Médicos de Madrid, Miguel García Alarilla, el sacerdote Jesús Infiesta y el letrado y niño robado Enrique Vila, desveló numerosas historias con un pasado común.
                Quienes conocieron a Eduardo Vela durante su infancia no dan crédito a los testimonios de más de trescientas personas que le acusan de ser el máximo responsable de la presunta red de niños robados. El doctor Vela, proveniente de una familia de clase alta de Burgos, ejerció como ginecólogo en la clínica San Ramón entre 1960 y 1982.
                A finales de 1981 el sanatorio empezó a ser investigado por presunta compra-venta de bebés, así, en febrero de 1982, fue cerrado. Sin embargo el doctor Vela continuó ejerciendo en la clínica Belén, también en Madrid. Más tarde, en diciembre de 2010, cuando ya decenas de personas le acusaban públicamente, fue nombrado consejero y apoderado de esa clínica. Tras un leve escándalo por denuncias por robos de niños, a finales de los 80, entra en el negocio inmobiliario a través de dos empresas: Bellcasa S.A. y la Albolar S.A. En las sedes de ambas ninguno de los entrevistados le recuerda a pesar de haber sido consejero y vicepresidente de las mismas.
                Los periodistas de Antena 3 intentaron hablar con él mientras paseaba por el barrio de Chamberí, pero se mostró reacio a las cámaras. Por el contrario, sí que contestó a las preguntas de dos de los niños presuntamente robados, cuando éstos acudieron a su consulta con una cámara oculta. Afirmaba que las madres firmaban un documento en el que le daban permiso para inscribir al niño como nacido de madre desconocida y entregársele a él, haber quemado personalmente todos los documentos que pudiesen desvelar la paternidad de los niños dados en adopción y haber recibido ayuda de religiosas que según él actuaban como ONGs.
                Una de esas religiosas que pudieron haber colaborado en el robo de niños es Sor María Gómez Valbuena, que vive en el convento de las Hermanas de la Caridad en Madrid, del que casi nunca sale. Como pudimos ver, gracias de nuevo a una cámara oculta, Sor María reconoció haber ejercido como trabajadora social en la clínica Santa Cristina. Las denuncias la acusan de interceptar embarazadas y matrimonios que querían comprar sus bebés e incluso de ayudar a las futuras madres adoptivas a fingir el embarazo. La religiosa, segura de haber obrado bien, recomendó a los periodistas que se hicieron pasar por niños adoptados, rezar por “esa madre que dejaba a ese niño porque tenía sus problemas”. En un intento más por justificarse acusó a los padres que pagaban por los niños de ser ellos los culpables de quitarles el niño a su madre biológica, cuando en realidad los padres adoptivos pensaban que la adopción era totalmente legal.
                A lo largo de tres años, la Hermana atendió tres mil peticiones de adopción. Por aquella época el periodo normal para poder adoptar era de unos tres años; sin embargo, Sor María, colaborando con el doctor Vela, lograba reducir la espera a nueve meses.
                Los periodistas del programa acudieron a la clínica Santa Cristina, dónde la religiosa habría participado en la compra-venta de bebés. Una vez allí, les atendió la actual trabajadora social del centro. Ella misma explicó que a la llegada a la clínica de la madre adoptiva se la registraba como parturienta, se le daba el recién nacido y tras pagar por él, acudían al Registro Civil con el parte de nacimiento a su nombre. Comprobaron que allí no queda ningún documento que pueda involucrar a la Hermana en la trama.
                Juan Luis Moreno fue comprado a plazos por 150.000 pesetas, precio por el que en la época se podía comprar un piso. Su padre fue quien le confesó que había estado pagando por su adopción. Él siguió investigando por su cuenta y ha dado con una religiosa que recogía los pagos y que a día de hoy tiene un patrimonio de tres millones de euros.
                El sacerdote Jesús Infiesta, que acudió al programa como colaborador, opinó que la religiosa seguramente habría actuado engañada. Además, justificó a las monjas involucradas en general, porque según él detrás de esta trama se esconde una mafia mucho más compleja.
                El caso de Miguel, un taxista de la comarca de Lorca Sur, es más particular. Aunque sabía que lo que hacía era ilegal, adoptó a sus dos hijos y para hacer frente al pago podría haber llevado bebés que serían comprados, de Madrid a los pueblos del Levante.
                Mientras que la fiscalía investiga centenares de familias intercambian documentos y acuden a laboratorios para cotejar sus huellas genéticas. Por el momento, muy pocos han podido conocer sus verdaderos orígenes.

Marina Sánchez Herráez



Equipo de investigación:[Ladrones de niños]-[TV Antena 3]- Serra Gloria Abril 2011
Nota: Reproducción del video del programa semanal (y especiales)Equipo de investigación, de Antena 3.

1 comentario:

  1. Historias por desgracia tenemos hasta vuestra tesis final. Se agradece que los futuros periodistas se interesen

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